Factores que influyen en el coste real de una obra de construcción

Cuando se trata de proyectos de construcción, calcular el coste es crucial. Sin embargo, hay varios factores que pueden influir en el coste real de la construcción, lo que la convierte en una tarea compleja y difícil.

Desde la ubicación al diseño, pasando por el tamaño, los materiales y los gastos de urbanización, cada elemento desempeña un papel en la determinación del coste final de construcción.

Localización para el precio final de un proyecto de construcción

La localización es un factor integral que puede afectar significativamente al precio final de un proyecto de construcción. La ubicación puede influir en el coste de los materiales y la mano de obra, así como en la disponibilidad de recursos relacionados.

Por ejemplo, construir un inmueble en una zona rural puede exigir gastos de transporte adicionales, que pueden aumentar el coste total. Por el contrario, los costes de construcción en zonas metropolitanas suelen ser más elevados debido a la mayor necesidad de mano de obra y al espacio reducido para almacenar materiales.

Por tanto, la ubicación es un aspecto crítico que hay que considerar cuidadosamente durante la fase de planificación.

La topografía es otro factor a tener en cuenta al seleccionar un emplazamiento. La pendiente del terreno, el tipo de suelo y el drenaje pueden influir en el coste de la construcción.

Por ejemplo, construir en una pendiente pronunciada puede requerir trabajos adicionales de excavación y nivelación, lo que puede elevar el coste total.

Además, las zonas con un suelo en malas condiciones o un drenaje inadecuado pueden requerir trabajos adicionales de cimentación, que pueden resultar caros. En consecuencia, es esencial evaluar la topografía y las condiciones del terreno para determinar el impacto potencial en los gastos.

Tamaño influye en el precio final del proyecto

La magnitud de un edificio puede influir mucho en el precio final del proyecto. Tanto si se trata de una estructura de una sola planta como de un coloso de varios pisos, la cantidad de materiales y mano de obra que habrá que utilizar se verá notablemente afectada.

Además, el tiempo que se tarde en terminar la obra también se sumará al gasto. Además, dependiendo del tamaño del edificio, puede ser necesario equipo adicional, lo que se traduce en costes adicionales.

En consecuencia, es esencial tener en cuenta las dimensiones del edificio a la hora de prever el coste del proyecto. Además de los metros cuadrados, también hay que contemplar el número de plantas, habitaciones y otras características.

Por ejemplo, una construcción de varios pisos necesitará más materiales para los cimientos y el armazón, y más mano de obra para la instalación de electricidad y fontanería. Por tanto, hay que tener en cuenta todos los ángulos del tamaño de la estructura a la hora de calcular el coste.

Aunque la construcción de edificios más grandes puede suponer un coste mayor, pueden proporcionar a los inversores mayores beneficios potenciales. Una oficina más grande, por ejemplo, puede albergar a más ocupantes, lo que se traduce en mayores ingresos por alquiler.

Del mismo modo, . Por tanto, al sopesar el gasto de un edificio más grande, hay que considerar las posibles recompensas que puede aportar.

En última instancia, analizando el tamaño del edificio y sus posibles beneficios, los inversores pueden tomar decisiones informadas sobre el coste de la construcción y asegurarse de que obtienen las máximas ganancias minimizando los costes directos.

Diseño es vital para establecer el tono de todo el esfuerzo

El diseño de un proyecto de construcción es vital para establecer el tono de todo el esfuerzo. Un plan bien pensado puede ayudar a agilizar el proceso y reducir los gastos.

Por el contrario, un diseño defectuoso puede dar lugar a costosos errores durante la fase de ejecución, con los consiguientes retrasos y costes adicionales.

Es esencial invertir en un diseño sólido que tenga en cuenta todos los aspectos del proyecto, desde los materiales utilizados hasta la disposición del edificio.

La complejidad del diseño, así como los materiales utilizados, pueden influir en el coste final del proyecto. Un diseño más intrincado puede requerir componentes especializados o mano de obra especializada, lo que puede aumentar los gastos.

Por el contrario, un plan más sencillo puede requerir menos tiempo y menos recursos para su ejecución, lo que se traduce en menores gastos. La calidad de los materiales empleados en el diseño también puede afectar al coste total.

Aunque los materiales de mayor calidad pueden ser más caros, pueden mejorar la durabilidad y longevidad de la estructura, lo que puede reducir los costes de mantenimiento a largo plazo.

El diseño de un edificio no sólo tiene que ver con la estética, sino también con la funcionalidad. Un edificio bien construido puede optimizar el uso del espacio y los recursos, minimizando los residuos y aumentando la eficiencia.

Por ejemplo, aprovechar la luz y la ventilación naturales puede disminuir la necesidad de iluminación artificial y aire acondicionado, con la consiguiente reducción de la factura energética.

Además, un diseño que atienda a las necesidades de los usuarios puede mejorar su experiencia y satisfacción, haciendo el edificio más atractivo y valioso. Así pues, invertir en un edificio bien hecho no sólo puede ahorrar dinero en el material de ejecución, sino que también puede aumentar el valor y el atractivo de la propiedad.

Materiales adecuados para percibir el coste final

Una parte importante del éxito de un proyecto de construcción es la selección de los materiales adecuados. El coste del proyecto puede verse afectado significativamente por la elección de los materiales. Algunos materiales pueden requerir más mano de obra y ser más caros que otros.

En algunos casos, determinadas normas y reglamentos de construcción pueden exigir el uso de materiales de mayor calidad, lo que puede aumentar el coste. Por tanto, la selección de materiales puede tener un efecto importante en el coste total de los proyectos de construcción.

La disponibilidad de los materiales también es un factor importante a tener en cuenta.

Ciertos materiales pueden ser más fácilmente accesibles en función de una serie de variables como la demanda y la ubicación. Si ciertos materiales son difíciles de conseguir, esto puede afectar al coste del proyecto.

Para mantener los gastos bajo control, puede ser necesario utilizar materiales alternativos o abastecerse de materiales de varios lugares.

También hay que tener en cuenta la durabilidad y la vida útil de los materiales. Aunque algunos materiales pueden ser más caros inicialmente, su longevidad y resistencia al desgaste pueden hacer que sean una inversión rentable.

Por otro lado, los materiales más baratos pueden tener que sustituirse más a menudo, lo que a la larga supone un coste total más elevado para los proyectos de construcción.

Coste real de la obra

El desembolso real de un proyecto es un componente esencial que debe identificarse. Se trata de la suma exacta de dinero que una empresa gasta a lo largo de todo el proceso de construcción.

Esta suma engloba todos los costes, desde la compra de suministros hasta la remuneración del personal y los obreros. Es fundamental que las empresas conozcan el desembolso real para determinar la rentabilidad de sus proyectos.

El coste real no siempre es equivalente al coste previsto más temprano, que puede verse afectado por múltiples elementos como la geografía, el tamaño, la distribución y los materiales empleados.

Conocer el coste real de un proyecto es necesario para que las empresas tomen decisiones acertadas sobre el futuro de su negocio. Sin una comprensión clara del desembolso real, las empresas pueden calcular mal o exagerar sus beneficios, lo que puede dar lugar a problemas fiscales e incluso a la quiebra.

Por eso es importante contar con expertos que participen en el proceso de estimación de costes para garantizar que el coste real se calcula correctamente. KPMG es uno de estos expertos, que presta servicios de consultoría para ayudar a las empresas a determinar el coste real de sus proyectos.

En conclusión, el coste real de un proyecto es un componente fundamental que deben tener en cuenta las empresas para garantizar el éxito de su negocio. Es la suma exacta de dinero que una empresa gasta a lo largo de todo el proceso de construcción, incluidos los gastos de construcción y desarrollo. 

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